En el marco de los Juegos Olímpicos de París 2024, recordamos la trágica historia de Elena Mukhina, una gimnasta rusa que, a los 20 años, vio su prometedora carrera y su vida cambiar drásticamente. Mukhina nació en junio de 1960 en Moscú y desde muy joven mostró un talento excepcional para la gimnasia artística. En 1978, comenzó a destacar a nivel internacional, captando la atención de las autoridades soviéticas. En el Campeonato Mundial de Gimnasia de ese año, se consagró como campeona en la competencia individual (all around) y lideró al equipo soviético para obtener la medalla de oro en la prueba por equipos. Además, se llevó el oro en suelo y las platas en barras asimétricas y en la viga de equilibrio.
En ese tiempo, la gimnasia mundial estaba marcada por la figura de Nadia Comăneci, la gimnasta rumana que había alcanzado la perfección con su histórico 10.0 en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976. La rivalidad entre la Unión Soviética y Rumania en el ámbito deportivo estaba en su punto más alto, y las autoridades soviéticas no escatimaron esfuerzos para superar a Comăneci y su equipo en los Juegos Olímpicos de Moscú 1980.
Para ello, Mukhina fue sometida a una intensa y exigente preparación, incluyendo la incorporación de elementos extremadamente difíciles, como el "salto Thomas", un ejercicio que hasta ese momento solo era realizado por gimnastas masculinos debido a su peligrosidad. La ejecución de este salto requería una altura y velocidad precisas, pues cualquier error podría resultar en una lesión grave.
En 1979, mientras se preparaba para el Campeonato Mundial en Estados Unidos, Mukhina sufrió una fractura en una pierna que la mantuvo un mes y medio fuera de competencia. Para acelerar su recuperación, fue sometida a una cirugía que le permitió volver a entrenar antes de lo recomendado por los médicos.
Lamentablemente, dos semanas antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Moscú, durante un entrenamiento, la tragedia golpeó. La pierna lesionada de Mukhina, aún sin estar completamente recuperada, no le permitió alcanzar la altura necesaria para completar el "salto Thomas". Como resultado, la gimnasta cayó de manera fatal, impactando el mentón contra el suelo. El diagnóstico fue devastador: fractura completa de las vértebras cervicales, lo que resultó en una parálisis total desde el cuello hacia abajo.
La historia de Elena Mukhina es un recordatorio doloroso de los extremos a los que pueden llegar los atletas en la búsqueda de la gloria olímpica, y la importancia de cuidar la salud y seguridad de los deportistas. En estos Juegos Olímpicos de París 2024, mientras celebramos los logros de los atletas de todo el mundo, también recordamos las lecciones del pasado y la historia de aquellos que sacrificaron tanto en nombre del deporte.
Si te gustó este post, no te pierdas la Historia de La Tenista de Mesa Chilena que Debutará en los Juegos Olímpicos a los 57 Años.