Hoy se celebra el Día Mundial de la Salud Mental y es imposible no recordar al gran Robert Enke. Anteriormente ya hablamos del suicidio de Robert Enke, hoy volvemos a recordarlo en el marco de esta jornada tan importante.
Día Mundial de la Salud Mental, recordamos a Robert Enke
El 10 de noviembre de 2009, con apenas 32 años, en lugar de ir al entrenamiento del Hannover, como le dijo a su mujer, decidió quitarse la vida.
Desde sus primeros partidos en el ascenso, sus dotes le sobresalían, pero su auto-exigencia y presiones, le jugaban una mala pasada, a tal punto de encerrarse en su habitación durante una semana por un gol concedido y a pesar de que su equipo haya ganado. A los 20 años ya atajaba en el Monchengladbach. Cuando pasó al Benfica, la maldita depresión empezó a manifestarse. “No me perdonaba ningún error”. Así lo sufría. Sin embargo, se convirtió en capitán del equipo y llegó al Barça. La desconfianza y los ataques de pánico comenzaban a ser más frecuentes. Y no soportó el ambiente.
Pasó por Fenerbahçe y Tenerife, pero en ambos clubes no logró adaptarse y rápidamente se marchó. En 2004 firmó con Hannover y su carrera iba en alza. Y otro golpazo. Laura, su única hija, fallece en 2006, tras haber estado un año internada por serios problemas de corazón. Dos semanas después, lo convocan a la Selección Alemana por primera vez y, después de la Eurocopa 2008, la prensa ya lo señalaba como el arquero para el próximo Mundial.
En ese momento, junto a su esposa Teresa decidieron adoptar a una niña y así continuar con la idea de formar una familia. Pero nadie se imaginó lo que iba a suceder: Robert Enke se lanzó a las vías del tren en el barrio de Eilvese. Cuando mejor estaba jugando, reapareció la depresión, sin avisar, con un contraataque fulminante.
Tras su muerte, se creó la Fundación Robert Enke, en la que Teresa está muy involucrada en la organización, que ayuda a personas que sufren depresión y niños con problemas de corazón.
Siempre es importante recordar esto.