Marcus Thompson publicó la que es probablemente una de las mejores historias de vestuario (obviamente real) en la historia de la NBA. ¿El protagonista? Stephen Curry. Si bien somos un blog de fútbol, esta anécdota desde el basketball vale la pena ser rememorada.
La mejor historia de vestuario de la NBA
Para esto, hay que situarnos al término del Juego 6. La serie entre Kings y Warriors está empatada. ¿El Juego 7? Fuera de casa, pero ese es otro tema. Los Warriors lucieron mal, y dejan una muy mala impresión para lo que es el cierre de la serie.
Stephen estaba muy enojado y frustrado con la actuación de todo el equipo. No podía dormir... Se cansó de intentarlo, así que se levantó. El reloj marcaba las 3:45 de la mañana. Su teléfono tenía un mensaje sin abrir: era Draymond Green, tampoco podía dormir, y por lo visto, también estaba frustrado por la actuación del equipo.
Hablaron por un rato sobre la vergüenza que pasaron en el Juego 6; sobre cómo Malik Monk les faltó el respeto y los llamó viejos; sobre el enfoque prácticamente nulo que observaron en el resto del equipo.
Dray estaba listo para dar un mensaje motivador, pero Steph ya tenía otros planes. "Yo me encargo de esta" fue el mensaje contundente que recibió Green.
Sábado 29 de abril. Los Warriors están a punto de repasar el video del partido anterior. Todo el equipo está sentado, excepto un tipo ya conocido por todos: Stephen Curry. Steph está parado en medio de la sala. Un atrio con paredes de vidrio en el noveno piso del Chase Center con una vista hermosa a la Bahía de San Francisco dirigen toda la atención hacia el 30.
"No soy de hablar mucho" dijo Curry. "Pero tengo algo que decir".
Steph jamás habla. Sus charlas generalmente son privadas con el jugador en específico. Es incluso considerado raro por un par, pero cuando habla, todos callan y escuchan. "Cuando habla, es mejor que todos escuchen... El 30 suele ser tranquilo y deja que su juego hable por sí solo" dijo Gary Payton II.
De acuerdo a múltiples fuentes que estaban en aquella sala: "Curry le dijo al equipo que creía en ellos, que tenían lo suficiente para ganar. Él les pidió su confianza a cambio. Les aseguró que podría lograr la victoria si todos aceptaban [el trato]".
"Les imploró que dejaran de lado todos sus sentimientos" dijo una de las fuentes, asegurando que Steph se refería a Poole, Kuminga y los más jóvenes. "Cualquiera que desee quedarse con sus sentimientos, puede irse a casa. Cualquiera que esté listo para las vacaciones, puede quedarse abajo del autobús a Sacramento".
"Cualquiera que subiera al autobús, [Steph] lo tomaría como una firma de aprobación. Un acuerdo vinculante para estar a bordo [con él] en la misión. Y si se subían al autobús, [Steph] les prometió que con su juego, fe y solidaridad, ganarían" agregó la fuente sobre las palabras de Stephen Curry.
"¡Si te subes a este autobús, te estás comprometiendo con este equipo. No importa si juegas cero minutos o 40 minutos. Te estás comprometiendo a hacer lo que sea necesario. Prepara tu mente y tu cuerpo para esta oportunidad que tenemos. Nos avergonzamos la otra noche y nosotros nunca salimos así!" dijo Green, reviviendo las palabras de Steph.
"Cuando Curry terminó su discurso, preguntó si alguien tenía algo para decir, y les dio la oportunidad de hablar a todos. Uno por uno. Pero nadie habló. Después de las palabras de Steph ya no había nada que agregar" comentó una de las fuentes.
Andrew Wiggins dijo sobre el discurso de Steph: "Me dio escalofríos. El 30 es diferente... Es increíble".
Jordan Poole comentó: "... Él es tan bueno como los demás grandes. Mamba Mentality, toda esa mierd*. Steph tiene esa mierd*. Eso es lo que lo hace tan especial. Tal vez su enfoque sea un poco diferente al de los otros muchachos, pero sabemos que es un asesino. Todo el mundo sabe que es un asesino”.
¿La conclusión de la historia? 50 puntos de Steph en el Juego 7. Victoria de los Warriors. Clásico de líder. Un final feliz.
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