En una entrevista, el jugador de fútbol Pepe, muchas veces asociado a las patadas y a las tarjetas rojas por su manera de jugar un poco violenta, demostró su lado más sensible, contando una anécdota de sus comienzos y cómo la humildad y el haber salido desde abajo, lo llevó a querer ayudar a los demás, ahora que tiene todo.
La solidaridad es un valor absolutamente vital para Pepe y es gracias a lo que la vida le enseñó. Repasemos esa entrevista donde comenta sobre sus humildes comienzos.
El lado más sensible de Pepe
PEPE: "Cuando llegué a Portugal, tenía el equivalente a cinco euros. Y estaba en Servicio de Extranjería porque vine solo de Brasil, a los 18 años. Tenía que haber llegado un fax del Marítimo diciendo que tenía que entrar a Portugal. Con ese dinero, tuve que comprar una tarjeta para llamar a mi mamá y decirle que estaba bien. La otra opción hubiera sido comprar comida. Pensé mejor: 'Voy a tranquilizar a mi mamá'
Llegué a las 6 am y fui a ver mi tarjeta de embarque y tenía un vuelo solo a las 11 pm. Y tenía que comer. Así que fui al Pans & Company del aeropuerto y le pregunté a un empleado: ¿No tienes nada para comer?. Dijo que sí, que lo tenía todo. 'Pero yo no tengo dinero', le dije. Me miró, salió y vino con una bandeja con una baguette y me la dio.
A partir de entonces, solo me salen ganas de ayudar a los demás. Fue algo que me afectó mucho. Incluso porque esa persona no sabía quién era yo. Y tampoco sé quién es él, lo cual es una pena. Pero ese gesto me ayudó durante el resto de mi vida. Y desde entonces, Portugal se ha convertido en mi primera opción".
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