Si la factura de la luz de una vivienda varía en función del tamaño de la
misma, imagínate lo que puede gastar un estadio de fútbol. Luces, cámaras y una
gran variedad de aparatos electrónicos conectados a la vez hacen que no sólo el
gasto de éstos, sino la potencia necesaria para que funcionen a la vez, hacen
que el gasto eléctrico se eleve hasta cifras astronómicas.
Copa Mundial de Fútbol
La FIFA toma numerosas
medidas para que los estadios de la FIFA World Cup funcionen a la perfección, con
suficiente energía para que todas las cámaras, marcadores, pantallas
publicitarias, altavoces y luces permanezcan encendidas antes, durante y
después del partido.
Uno de los aspectos más
relevantes en este sentido es que el máximo organismo del fútbol mundial obliga
a los estadios profesionales a usar un tipo de halógenos que llegan a consumir
hasta un setenta por ciento más que la iluminación LED. Por esto se puede
estimar que un estadio de esta competición puede consumir hasta 25.000 kWh
durante un partido de 90 minutos. La energía empleada en esa hora y media
podría mantener a una docena de hogares durante todo un año.
El consumo de energía en los
estadios cambia según la fecha y el lugar. La FIFA es muy exigente cuando se
trata de iluminar el terreno de juego de manera uniforme, lo que incrementa el
consumo de energía. A ello se suman los marcadores y las pantallas
publicitarias, que juntos representan casi el 40% del uso total de energía
durante un juego.
Además, las cocinas y los
servicios de catering que calientan alimentos y mantiene las bebidas
refrigeradas para unas 80.000 personas, pueden fácilmente emplear más del 20%
del consumo total de luz del estadio.
Retransmitir el partido en
directo requiere de diversos elementos eléctricos, como potentes transmisores
satelitales o innumerables cámaras HD y ordenadores. Todo ello representa, en
conjunto, en torno al 11% de todo el uso de energía.
Consumo eléctrico al ver el partido en casa
Mientras que el consumo de
energía en el estadio puede parecer inabarcable e incomparable al generado por
los usuarios que deciden verlo en casa, esta opción también genera un gasto
importante de energía, sobre todo si se valora de forma conjunta en lugar de
individual.
Un grupo de cinco
aficionados al fútbol que disfruten de un partido de fútbol en la vivienda
particular de alguno de ellos conlleva un consumo inicial de más de 6kWh solo
por mantener la casa fresca, tener el televisor encendido, hacer funcionar la
nevera con mayor intensidad como consecuencia de haberla llenado de bebidas y
comida o poner música de ambiente. Este consumo adicional deberá sumarse al
consumo mensual del suministro.
Imagínate la cantidad de
partidos que se ven al año a lo largo del mundo y verás la cantidad de energía
eléctrica que puede conllevar el mundo del fútbol.
Pese a que pueda parecer lo
contrario, un aficionado que acude al estadio es hasta un 35% más eficiente que
uno que opte disfrutar del partido desde el sofá de su casa.
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